El dinero que alguien no le devolvió, se lo juntó la gente y le hizo recuperar la esperanza
Don Francisco Quaglia tiene 88 años, luego de cobrar el aguinaldo de su jubilación, eran $ 48.000 que había colocado dentro de una especie de bolsa, se dirigió a uno de los supermercados porque compraría pan dulce para quienes lo ayudan en su vida diaria, cuidando siempre el presupuesto porque buena parte de ese dinero estaba destinada a los medicamentos que ahora más que nunca necesita.
En un descuido olvidó la bolsita con documentos y el dinero en un carrito y al reaccionar, ya no estaba.
Luego de darlo a conocer públicamente aparecieron en el mismo supermercado, dentro de un sobre, los documentos pero no el dinero.
En términos generales apareció lo más importante, pero lo cierto es que el hombre se angustió más de la cuenta. Sus hijas y resto de los afectos vieron a ser fundamentales para su sostenimiento, una vez más.
Lo destacable, lo que pone luz sobre la oscura acción de quien inclusive estaría identificada/o es lo que se generó posteriormente.
Una allegada a familia de Don Francisco expresó en las redes sociales lo ocurrido y en minutos hubo reacciones que.permitieron sumar algunos pesos a la causa; casi din querer la maquinaria solidaria de General Villegas se había puesto, otra vez, en movimiento.
Esta mañana se concretaría la obra comunitaria que permitiría en horas conseguir todo el dinero, y más.
Con un mensaje enviado a la mañana de FM Peregrina (92.9) que conduce Fernando Cisarello mediante el cual un oyente proponía ayudar a Francisco comenzó la última parte de esta cruzada.
Un hombre jubilado ofreció su vehículo para pasar a buscar los pesos de aquellas personas que no pudieran moverse de sus casas o comercios, otro, un bombero, ofreció su cuenta bancaria para recepcionar las transferencias, mientras otros oyentes se acercaban a los estudios de la radio.
Así fue como esta tarde en su casa Francisco Quaglia recibió los $ 36.000 de esta acción, que sumados a los que le habían acercado anteriormente y logrado con las publicaciones, pusieron a la cifra definitiva por encima de los $ 48.000.
Dado este detalle sus hijas, con el excedente, compraran alimentos que serán entregados al Hogar de Ancianos, los que adquirirán en un local de expendio de comidas que se comprometió a acompañar con el precio.
Es poco, prácticamente nada, lo que se puede agregar acerca de este acontecimiento que no solamente vuelve a materializar aquello de que la unión hace la fuerza, sino que demuestra que no todo está perdido.
Francisco, visiblemente emocionado cuando esta tarde recibió en su casa lo recaudado, sintetizó todo en la siguiente frase: «Cuanto amor recibí estos días, cuánto amor vi que hay en la gente».
La verdad todos necesitamos el dinero pero si se encuentra y si identifica q es el propietario no importa si es clase baja o alta, se debería entregarle a su dueño