Esparcieron las cenizas del Indio Urquiza en General Villegas
Cumpliendo con su voluntad, Daniel, el hijo del poeta fallecido hace pocos días dejó parte de los restos de su padre en la plazoleta de Saavedra y Robledo, frente a lo que fue el boliche de Curcho.
Allí, en el barrio Los Fortines o barrio Obrero, Alfredo Urquiza centró buena parte de su niñez. Tal es así que del mismo modo que sus cenizas quedaron en las aguas de Mar del Plata, donde la familia pasaba las temporadas de verano, cada 27 de diciembre para el cumpleaños de su madre y pasar las Fiestas Navideñas, el artista llegaba y permanecía en su ciudad; la misma que en la tarde del sábado le rindió el último homenaje en una ceremonia por cierto, muy poética y casi inusual, como fue la esparcir las cenizas de su cuerpo debajo de dos árboles en ese espacio verde, al que concurrieron familiares, amigos, allegados y autoridades, entre las que estuvieron Gilberto Alegre, diputado nacional (Frente Renovador), quien sobre el final recordó tener en común la edad y algunas otras particularidades de la niñez que compartió con el recordado. En la oportunidad dijo que la comunidad no tuvo real dimensión de lo que fue Urquiza en materia artística, poniendo como ejemplo la obtención por parte del Indio de La Estrella de Mar este año, diciendo también que muchas veces el hecho de ser del pueblo hace que uno no valore como este tipo de personas se lo merecen.
El encuentro en la plazoleta inició a las 18 horas como estaba previsto y concluyó cuarenta minutos después luego de que se oyeran algunas palabras por parte de sus allegados, se le ejecutara una melodía de Atahualpa Yupanqui a quien tanta veces lo recitó y se cumpliera con su voluntad.