Día Mundial de la Poliomielitis: qué es, síntomas, causas y tratamiento
Es una enfermedad que asoló al mundo y fue muy cruel con los niños en la primera mitad del Siglo XX. Pero en el Día Mundial de la Poliomielitis es bueno recordar que esa enfermedad cruel todavía se sufre en países como Pakistán o Afganistán.
Empieza como una gripe común y, en muchos casos, ni siquiera presenta síntomas. Sin embargo, si a los pocos días los “síntomas gripales” vuelven y son acompañados por dolores musculares intensos y rigidez, la enfermedad llevará casi con seguridad a la parálisis de piernas o brazos.
En pocas palabras, esta es la descripción de la polio, una enfermedad que, gracias a la vacunación, ha desaparecido en gran parte del mundo. Sin embargo, la prevención deberá continuar unos años más para asegurar su erradicación. Día Mundial de la Poliomielitis: qué es, síntomas, causas y tratamiento.
Día Mundial de la Poliomielitis: qué es esta enfermedad tan cruel
El poliovirus (familia picornaviridae, género enterovirus) produce esta enfermedad, que, en general, se transmite al ingerir agua o alimentos contaminados con heces infectadas.
Tras ingresar al organismo, el virus llega al intestino y desde allí afecta a todo el cuerpo, en especial al cerebro y a la médula espinal. En algunos casos, incluso, a los pulmones, lo que puede llevar a la muerte. El virus destruye neuronas motoras de la médula espinal y así provoca la parálisis.
En los años más críticos de la pandemia de la Polio en América y Europa, que tuvieron muchísimos infectados entre fines de los años 20 y fines de los años 50, la Polio atacaba particularmente a los niños, muchos de los cuales quedaron paralíticos de por vida.
Poliomielitis: síntomas
Los primeros síntomas son algo de fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolores musculares suaves y falta de apetito. A los pocos días, los pacientes parecen recuperarse.
Sin embargo, puede ocurrir que dos o cinco días después reaparezcan los síntomas, acompañados esta vez de dolores musculares fuertes, hormigueo en piernas y brazos y, sobre todo, dificultades para caminar.
En personas no vacunadas, o vacunadas parcialmente, las dificultades para caminar o mover los brazos progresan hasta provocar la parálisis.
Poliomielitis: causas
El poliovirus se transmite a partir de heces de una persona infectada que llegan a otra persona susceptible de contraer la enfermedad, porque no ha sido vacunada o porque lo ha sido de manera parcial.
Como la mayoría de las personas infectadas (alrededor del 72%) resulta asintomática, la higiene resulta fundamental como medida de prevención básica.
Los chicos menores de 15 años constituyen el grupo de riesgo, sin embargo, los menores de cinco son los más propensos a contagiarse, siempre y cuando no estén vacunados. El riesgo aumenta si conviven con personas que tampoco han recibido la vacuna.
Poliomielitis: tratamiento
No existe cura para esta enfermedad, que provocó numerosas epidemias a nivel mundial: llegó a dejar paralíticos a un millar de niños al día en 125 países.
En 1955, Jonas Salk, médico norteamericano hijo de padres inmigrantes rusos, desarrolló la primera vacuna inyectable, realizada a base de virus inactivados y conocida como IPV, por sus siglas en inglés.
Dos años después, Albert Sabin presentó la vacuna OPV, basada en virus atenuados, que además de proporcionar mayor inmunidad —eficaz contra las tres variantes de poliovirus—, facilitaba su administración, ya que ingresa al cuerpo por vía oral.
Desde 2016, cuando la variante 2 fue controlada, se aplica la vacuna conocida como bOPV, eficaz contra las variantes 1 y 3.
En la Argentina, desde 2020, la bOPV está siendo reemplazada por la IPV. La vacunación (obligatoria en nuestro país) debe realizarse a los dos, cuatro y seis meses de edad, con un refuerzo al comienzo de la etapa escolar (cinco o seis años). (Fuente: Clarín)