¿Por qué está siendo mejor invertir en plazos fijos en pesos que comprar dólares?, escribe Matías Bazán Merlo (*)
Primero que nada tenemos que analizar el escenario mundial, el cual nos indica un contexto de crisis económica, tal como se ha dado en otras etapas oscuras del pasado. Sólo analizando algunos hechos del mes de julio, pudimos observar que Europa tuvo la mayor suba de tipos de interés en 20 años, Estados Unidos entró en índices críticos similares a la Crisis del ‘73, China aplicó un “corralito” por unos 6 mil millones de dólares, empresas de criptomonedas están quebrando… y demás elementos que van asustando con una amenaza latente de que el mundo entre en recesión económica en el 2023.
Ante este contexto mundial que toca de lleno también a la Argentina, los ciudadanos argentinos “de a pie”, los que somos trabajadores autónomos, asalariados, informales, comerciantes, estudiantes o jubilados, sabemos que no nos está quedando demasiado margen de ahorro para inversión a fin de mes. Aun así, cada vez que nos “sobre un mango” es bueno saber dónde invertirlo de manera sencilla, para que crezca el valor de nuestros ahorros sin tener que hacer planificaciones financieras demasiado complejas. Por eso, acá van algunas implicancias sobre este tema:
El jueves nos enteramos de que el Gobierno Nacional, a través del Banco Central, aumentó la TASA DE INTERÉS DE LOS PLAZOS FIJOS al 69,50% nominal anual, ES DECIR, AL 5,79% efectivo mensual. Es una tasa relativamente alta, teniendo en cuenta que en enero estaba al 39% y fue aumentando gradualmente durante el año, en un intento del gobierno de recomponer el efecto inflacionario en el ahorro de los argentinos.
A números de hoy, este sería un ejemplo de un plazo fijo tradicional con esta nueva tasa: si colocamos $10.000, nos dará $10.579 a los 30 días; si colocamos $50.000, nos dará $52.895 a los 30 días; si colocamos $100.000, nos dará $105.790; y así…
Pero, ¿cuáles son las razones de elegir esta opción, antes de elegir la compra de dólares?
En estos tiempos, las opciones disponibles más sencillas de inversión giran en torno a tres alternativas (dos de plazo fijo): plazo fijo tradicional con renovación cada 30 días, plazo fijo ajustado por UVA con mínimo de 90 días y compra de dólares.
Según el informe mostrado por el reconocido portal iProfesional en el mes pasado, la conveniencia del plazo fijo viene dada por el siguiente análisis: Para quien desee colocar sus fondos con un horizonte de tres meses (…), cabe esperar que si lo hace a través de un plazo fijo tradicional recibiría un rendimiento acumulado del 13,3%. En tanto, si tuviera acceso al dólar oficial, obtendría una ganancia del 14%. Si, en cambio, optara por un plazo fijo ajustado por UVA, el resultado sería mayor al 15%.
A esto se le suma que el Gobierno, para cuidar la reserva de dólares del Banco Central como respaldo de nuestra economía, impuso varias restricciones para poder comprar dólares oficiales [pueden verlas en esta nota de La Nación: https://bit.ly/3vXOknm], en donde la mayoría no puede acceder y esto nos lleva a tener que comprar en el mercado negro -dólar blue-, el cual nos termina saliendo más caro aún.
Por otro lado, y poniéndonos más analíticos desde lo que le conviene a la economía del país en el largo plazo, hay que considerar que si hoy los latinoamericanos hemos llegado a la situación de querer comprar dólares impulsivamente, fue por estrategias bien aplicadas durante décadas de los dueños de esta moneda, para que dejemos de confiar en nuestros pesos (así pierden valor) y que confiemos más en su moneda (así aumenta su valor). De esta manera, el poder de negociación con las empresas y con los gobiernos de turno es mucho más fuerte a la hora imponer sus reglas económicas en el sur del continente. Sí, hemos perdido la batalla cultural a lo largo de los años y en algún momento tenemos que volver a recuperar fortaleza. En definitiva, lo que les da valor inicial a las monedas es la «la confianza colectiva», además de otros factores que luego entran en juego; sino miremos lo que está pasando con las criptomonedas en el último tiempo: una “moneda” sin respaldo físico alguno y que aun así ha ido aumentando su valor, más allá de la últimas recaídas propias de la crisis mundial.
En este contexto, elegir nuestras inversiones a realizar se convierte en una decisión política, así como qué supermercado elegimos para comprar o qué banco elegimos para operar. No todo lo político lo ocupan las elecciones, la cotidianeidad también es una parte muy influyente y en cada paso que damos.
Entonces, si queremos invertir en un Plazo Fijo, ¿cómo hacemos?
Para poder acceder a esta inversión, ya sea de manera tradicional o ajustado al UVA, basta con tener dinero depositado en una caja de ahorro o cuenta corriente abierta en cualquier Banco y buscar la opción “Plazo Fijo” a través de homebanking o de un cajero automático en determinados horarios. Si hay dudas de cómo hacerlo, deben acercarse a las sucursales de cualquier Banco para que les den ayuda; es muy sencillo y rápido. Así sean $1.000, que de hecho es el mínimo para colocar, ya es una buena decisión para ir acostumbrándonos a no perder el valor del dinero ahorrado con el sólo correr del tiempo.
(*) Matías Bazán Merlo
Técnico Universitario en Planificación Gerencial y tesista de la Lic. en Administración
Miembro de grupo nacional de analistas de medios de comunicación sobre finanzas
Trabajador bancario
ESTO NO ES CONSEJO ES PROPAGANDA BANCARIA Y NOS QUIEREN SACAR LOS AHORROS DE TODA 1 VIDA!!!! ESTAFADORES!!!!!!!!!!!
ES CIERTO, ESTO ESTÁ ORQUESTADO PARA MANIPULARNOS