El Obispo Torrado Mosconi confirmó el regreso del padre Rodrigo Di Pietro a su diócesis, dejando de prestar servicios en General Villegas
El obispo de la Diócesis de 9 de Julio, Monseñor Ariel Torrado Mosconi, confirmó a Distrito Interior que Rodrigo Di Pietro, actual cura párroco de General Villegas dejará de serlo en el mes de agosto.
Los motivos, expresó, radican en el pedido del obispo de la Diócesis de San Nicolás, a la que pertenece Di Pietro, de que se lo restituya, dada la crisis vocacional por la que atraviesas la iglesia católica, lo que provoca la escasez de curas a la que no solamente está expuesto el país sino el mundo.
Acerca de su reemplazo aún no pudo confirmarlo pero adelantó que a mediados del mes de agosto se habrá producido la transición.
Torrado Mosconi, no desconoció que el poco tiempo la comunidad católica local ha experimentado el paso de dos sacerdotes cuya estadía ha sido una más breve que la otra, negándose a la estigmatización de General Villegas como un lugar difícil para ejercer el sacerdocio.
Cada uno que pasa, con su impronta y la experiencia vivida, siempre deja y se lleva algo valioso, «somos personas de carne y hueso (en referencia a los hombres de Dios, en este caso) con nuestros talentos, nuestras limitaciones y dificultades, por lo que deben perdonarnos en aquellas cosas que no pudimos hacer y tener paciencia a los sacerdotes, del mismo modo que se le debe tener paciencia a la comunidad.
«Ni el sacerdote elige a la comunidad, ni la comunidad elige al sacerdote, ambos se deben tomar como un Don de Dios cuando son designados».
En el caso de General Villegas, dijo que es una a la que particularmente quiere mucho y en la que ve un enorme potencial, con la que saldrán adelante juntos; teniendo en cuenta que a la iglesia la forma precisamente la comunidad parroquial, debiendo superar cualquier diferencia para llevar adelante la misión de evangelizar.
En ese sentido consideró que la misión es sanadora, una comunidad que se queda encerrada en sus propios problemas se enferma, por eso, insistió, es importante salir a evangelizar a llevar la palabra. Una comunidad que está dividida, con discordia no es creíble, razón por la que puso a la unión que se debe lograr y con la que se debe convivir como la misión por la que deben trabajar todos los miembros de la iglesia local.