«No veo la hora de poder ver a Mabel y abrazarla porque se que el corazón de mi hijo está ahí, en ella» (AUDIO)
La mamá de Franco Vistarop que el pasado 1 de mayo había cumplido 18 años dialogó en FM Peregrina con Fernando Cisarello acerca de la decisión de donar los órganos de su hijo, fallecido trágicamente en un accidente de tránsito en la ciudad de Santa Rosa, la Pampa, donde reside la familia.
Franco y su mamá Adriana al cumplir los 18 años y Mabel Sosa luego de recibir el corazón
El estrecho vínculo con General Villegas se dio luego que Mabel Sosa recibiera el corazón del adolescente.
Lo mismo ocurrió con tres personas más, un niño de 8 años al que le trasplantaron el hígado, y dos pampeanos, un hombre de General Acha y una mujer de Santa Rosa los riñones.
La donación multiorgánica permitió ante lo inevitable de Franco dar vida a otras personas en las que continúa viviendo, lo que demuestra la importancia de donar órganos. «Leí una frase que dice Los órganos no van al cielo, y es así, remarcó Adriana.
«No veo la hora de ver a Mabel y abrazarla porque Franco está en ella», expresó Adriana, resumiendo en esa frase todo el sentido de la donación de órganos.
Los días que transcurren son complicados, contó la mamá, reconociendo que las buenas noticias de la evolución favorable de las personas que recibieron los órganos de su hijo son una caricia al corazón en medio de tanto dolor.
«En vida Franco siempre fue solidario, compañero, una excelente persona», lo que resultó determinante para que junto a Fernando, el papá de Franco, decidieran la donación al considerar que Franco así lo hubiese querido, a pesar que nunca habían hablado sobre el tema, pese a que ella es donante. Reconoció Adriana que nunca se espera un desenlace como el ocurrido.
El accidente de Franco aún está en etapa investigativa
El joven chocó en la esquina de Raúl B. Díaz y Buenos Aires contra un vehículo estacionado. En ese tramo la calle está en un mal estado, con baches y ondulaciones.
«Lo que nos dicen es que lo rozó un auto y lo dejó tirado», explicó Adriana Olave. El auto era manejado por un vecino santarroseño que fue identificado.
«Lo que pasó todavía no lo sabemos». «Queremos saber la verdad».
El joven regresaba a la casa esa noche para dejar la moto, que manejaba desde los 17 años. Iba con el casco puesto. «Siempre fue muy responsable», dijo.
En uno de los pasajes de la entrevista que se puede oír al pie de la nota, la mamá de Franco se refirió a la posibilidad de prolongar la vida de su hijo a través de las personas en las que ahora «habita» y pudo conocer a través de las redes, con las que por otra parte, está en contacto; «Estaba lleno de sueños, de metas, el quería estudiar afuera, soñaba con irse a estudiar afuera. Le gustaba todo lo que estuviera vinculado con electromecánica, era muy inteligente», lo describió.
Audio de la entrevista en FM peregrina (92.9)