La búsqueda del peón víctima de Sextorsión se extendió a toda la región
La búsqueda de Juan Woldryk sigue siendo intensa con equipos de la Provincia de Buenos Aires, más los equipos locales que vienen trabajando desde el día de la desaparación en su trabajo, en el Establcimiento El Rincón del partido de Bolívar.
La búsqueda a la que fueron sumados caballos mansos de vecinos del campo, rastrillaron a fondo todos los alrededores descartando su presencia en el lugar, lo que, dada la cantidad de días que pasaron sin obtener alguna señal del hombre, la búsqueda del paradero se extendió a toda la región.
Así es como se solicita cualquier información que permita dar con Woldryk comunicarla a la Fiscalía N° 15 de la ciudad de Bolívar y perteneciente al Departamento Judicial Azul a Cargo de la Dr. Julia María Sebastiano, al 02314426844 y/o Fiscalia en turno del mismo Departamento Judicial número 2281470036 o a la dependencia policial más cercana.
Juan Woñdryk desapareció el día 30 de marzo del corriente año y al momento vestía camisa roja cuadrilla con colores blanco, buzo naranja y/o azul, bombacha y alpargatas.
El hombre del que se encontraron prendas de vestir al costado del canal Mercante en Carlos Casares reconocidas como de su propiedad por sus familiares, fue víctima de Sextorsión, delito que llevó a los investigadores a allanar una celda en la cárcel de San Nicolas desde donde se realizaron las llamadas con las que lo «acorralaron».
¿Qué es Sexting o Sextorsión?
Una de las prácticas entre los jóvenes con el uso de tecnología es la producción de contenidos de índole sexual, principalmente fotos y/o videos íntimos.
La palabra sexting viene de la combinación en inglés de las palabras sex (sexo) y texting (texteo, envío de mensajes de texto mediante teléfonos móviles). La práctica surge del uso de tecnologías digitales y consiste en la circulación de un contenido sexual a través de dispositivos móviles (celulares, tabletas) y que se da mediante diversas aplicaciones (Whatsapp, Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, etc.).
Vale decir, el envío de imágenes y vídeos sexuales no solo vía mensaje de texto sino, también, mediante mensajería instantánea, foros, posteos en redes sociales o por correo electrónico. De este modo, la imagen es enviada a uno o varios contactos que, a su vez, pueden reenviarla y comenzar la viralización.
Este tipo de información estará estrechamente ligada con la identidad digital de la persona que retrate, siendo por eso importante conocer las herramientas necesarias para usar la tecnología de manera responsable y, si se quiere realizar esta práctica, hacerlo de manera segura.
Esta combinación de imágenes y participación provoca distintos efectos. La producción de videos, la edición de fotos y la creatividad se encuentran al alcance de todos, a través de aplicaciones y programas muy variados. Antes de la expansión de internet, la producción de imágenes y de sonido era una actividad reservada a los grupos profesionales con conocimientos y equipos específicos. En la actualidad, muchos usuarios de internet tienen el rol de consumidores y productores en simultáneo.
El cruce entre la circulación de las imágenes y la mayor participación de los usuarios de internet puede conducir a algunos riesgos, problemas o situaciones a tener en cuenta. El sexting es una de las prácticas que debe considerarse a la hora de analizar el fenómeno de la circulación de imágenes en la web.
Las imágenes que componen el fenómeno de sexting son obtenidas, en muchos casos, de manera voluntaria. Es decir, el chico o la chica que aparece revelando su identidad es consciente de ello. O bien es el/la que se filma o fotografía, o bien da su consentimiento para que otro lo haga.
Esto no significa que exista un consentimiento para la divulgación de los contenidos.