«Mientras sacaba las fotos pensaba en toda la gente que transitará para estas Fiestas sin conocer el estado de la ruta»
La frase acompañó las imágenes que tomó y nos envió un lector que casi a diario se expone al temeroso estado de la Ruta 33 entre Rufino y General Villegas.
Su deteriorado estado que poco (o nada) ha cambiado a pesar del anuncio de obra inminente en los meses por venir es una trampa para muchos conductores, a veces con serias consecuencias que van más allá de los daños materiales que como una manera de encontrar resignación, uno se contenta con decir que «los fierros se arreglan», pero duele más la desidia. La aparente «incombatible» desidia.
Un caso reciente, polémico y repudiable, como fue el ataque a los árbitros de la primera final entre Santa Rita de Piedritas y Juventud de Banderaló, se originó cuando justamente el remis que trasladaba a la terna arbitral hacia la ciudad cabecera rompió una rueda y llanta debiendo parar a un costado de la banquina a cambiarlas; justo en ese momento, pasaba un grupo de hinchas, entre los que había jugadores y dirigentes, algunos de los cuales de manera verbal y otros física, los agredieron (el resto es una secuencia conocida). Sería demasiado inocente y hasta irresponsable cargarle la culpa al pozo (o al periodismo por informar según se fueron sucediendo los acontecimientos posteriores), pero sí nos podemos permitir reflexionar que de haber estado en condiciones mínimas de circulación, no hubieran estado allí, detenidos a causa de una rotura por el estado de la traza.
Lo que el lector sugiere en su angustiada premonición es que sabiendo el riesgo que significa, se deberían arbitrar los medios para que, aunque sea de «modo artesanal», se reduzcan a su mínima expresión los riegos de sufrir accidentes al menos en estas Fiestas de Fin de Año.
Es sentido común, responsabilidad y acción que debe administrarse en lo urgente mientras se aguarda por lo importante.
Se armo una buena movida , en toda la zona ,, pero , se careteo mucho , se metio la politica , aparecio un tal Garcia y ahi esta un equipo un obrador y en dos meses se tapo UN KILOMETRO Y MEDIO de pozos y cerca del pueblo para que todos lo vean.
Quiroga tiene la razón no sé quién es peor si García o los que reclaman!
Pascual pidio esperar unos días para reclamar cuando se reunieron lo autoconvocados de la 33 porque lo conocía y confiaba en su palabra. Ahí tenés. Pagamos todos, por hacerle caso a Pascual.
Además, este medio publicó hace unos meses una nota a Patricio García, en la que Sol Fernández se llevaba todos los laureles por las gestiones que hizo para la realización de la obra. Por lo visto, ni Horacio Pascual, ni Sol Fernández, ni Patricio García, ni Gerrera sirven para nada. Simples charlatanes que aprovechan para sacar tajada política. Mientras tanto, esto sigue costando vidas humanas. Cuándo será la próxima víctima por culpa de éstos caraduras que hacen política con las necesidades del pueblo?