Ramoncito, el muñeco domador creado por Ricardo Ibero que este Día de la Tradición hizo furor en una vereda de calle Vieytes (VIDEO)
Sin dudas es una de las notas de color del día en esta fecha tan especial, y en alusión a ella, el dueño de Ramoncito y Carolina, Ricardo Ibero los sacó a la vereda de su casa y gestoría, para deleite de quienes pasaban por el lugar; tanto es así, que resultó común ver a grandes y chicos detenerse frente a la pareja y tomarle fotografías, algunos posando junto a ellos y otros para enviarle a familiares o amigos.
La historia de estas creaciones tiene varios años, incluso décadas. Primero nació Ramoncito por una necesidad en el año 1989, para poder amansar caballos destinados a los más chicos, luego fue convirtiéndose poco a poco en el muñeco domador, tanto que ha sido presentado en diferentes fiestas criollas, tal el caso de la que aparece en el video en la localidad de Santa Eleodora, donde incluso surgió una anécdota tragicómica con una espectadora, que sin saber que se trataba de un muñeco, al caer del caballo creyó que sería seriamente afectado, gritando muy nerviosa para que «el espectáculo» se detuviera.
Más tarde llegaría Carolina, simplemente para ser su compañera, que también tiene lo suyo.
Ramoncito cuenta con un sistema interno adaptado para que cumpla la función del movimiento del brazo cuando se le coloca el rebenque, incluso si fuera necesario, como se aprecia en las fotografías para portar una bandera o sostener las riendas en un desfile. El tamaño y peso se han ido adaptando hasta llegar al óptimo para que su función la cumpla con efectividad. La compañera, mueve los ojos, pestañea, divirtiendo y entreteniendo en cada «presentación».
En el ambiente de los juegos de riendas y jineteadas son conocidos y celebrados, para su dueño y amigos, son una travesura de grandes que no hacen más que divertirse por lo que generan.
Este miércoles volvieron a cumplir con el objetivo de robar una sonrisa, ejercitar la capacidad de asombro y sobre todo celebrar la Tradición. El improvisado fogón en la vereda no pasó desapercibido, Ramoncito y Carolina, llamados así por los segundos nombres de Ricardo y Diana, su esposa, nos recordaron que sonreír sigue siendo gratis.