«En esta hermosa noche estrellada una nueva VIDA llegó a nuestro mundo, y yo, fui testigo del milagro»
Ya entrada la madrugada la Dra. Carolina Rada, Pediatra, posteó en sus redes este escrito surgido, seguramente, del movilizante momento que acababa de vivir, especial sin dudas, porque formando parte de su rutina laboral, permitió plasmó su sentimiento que asomó en la superficie.
Inevitable para Distrito Interior no convertirlo en nota, sobre todo porque en este contexto de panemia los trabajadores de la salud han sido y siguen siendo indispensables (en el más amplio sentido de la palabra).
Este hecho tiene dos aristas bien definidas; una la razón por la que la medicina es una ciencia humanitaria, la otra porque a pesar de lo que estos tiempos significan para la humanidad, el ciclo de la vida no se detiene.
«La verdad es que me da mucha fiaca cuando me llaman a trabajar de madrugada. Reniego mientras me saco el pijama y me visto como para empezar el día, mientras mi cuerpo me pide que lo termine ya. Sobre todo al finalizar una semana a la que apenas sobrevivo.
Cruzo el centro del mi pueblo y quiero ser la chica del bar, disfrutando con amigas o la pareja que esta cenando acurrucada …
Pero al llegar el aire ya huele diferente. La noche es mágica, porque en el silencio se realzan las voces de los protagonistas. Y así, mientras en el vestuario me cambio de ropa nuevamente para poder entrar, escucho la música embriagante del lugar, a las mamás respirar intenso en cada pujo, a los obstetras y parteras animarlas con seguridad, a las enfermeras corriendo para que todo salga perfecto…y a esa altura les cuento que ya me olvidé del cansancio, ya no reniego, ya estoy disfrutando de este increíble momento …
Hay noches como las de hoy en que me acuesto con una sonrisa dibujada, siento tal fortuna de poder compartir estos instantes que se volverán eternos.
En esta hermosa noche estrellada una nueva VIDA llegó a nuestro mundo, y yo, fui testigo del milagro. A Dios gracias por ello».
Se pueden vacunar dra ,duerma tranquila