Hoy se cumplen 15 años de la segunda desaparición forzada del villeguense Jorge Julio López
El 18 de septiembre de 2006, en democracia durante la presidencia del Dr. Néstor Kirchner, Jorge Julio López, sobreviviente de la dictadura y testigo en el juicio contra Miguel Osvaldo Etchecolatz, salió de su casa en el barrio platense de Los Hornos; lo esperaban en la anteúltima audiencia del proceso oral y público, el primero que condenó a un sicario del terrorismo de Estado por genocidio, para presenciar los alegatos en el Tribunal Oral Federal N°1 de esa ciudad, pero no apareció y desde entonces nunca más nadie lo vio.
A 15 años, y con una investigación judicial que no logró esclarecer su segunda desaparición forzada, la búsqueda continúa y el interrogante, cada vez más significativo, continúa abierto.
Villeguense, nacido el 25 de noviembre de 1929, desde temprana edad había emigrado y al momento de su desaparición se encontraba radicado en la ciudad de La Plata.
En su ciudad natal hasta antes de la pandemia, fueron dos las personas, militantes del justicialismo, quienes lo recordaban cada año con diferentes expresiones públicas, algunas veces con actos, otras con publicaciones en redes, Inés Gisbert y Raúl Martínez, también alguna vez la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia; pero en esta oportunidad, y hasta el momento solamente hallamos en el plano local un escrito en el perfil de una red social dela Agrupación Pedro Satragno:
«Testigo de la muerte de una generación de jóvenes, temió que lo ocurrido fuera olvidado y escribió en el revés de las bolsas de cal y de cemento, en los almanaques …
Declaró con valentía en el juicio contra Etchecolatz. Sabía que corría peligro, pero había perdido el miedo».
Suponemos que lejos, su figura, misión y nombre, están de olvidarse, quizá la pandemia y la nueva normalidad a la que de a poco se va retornando pueden haber conspirado para que no se lo recordara a la altura de un número tan significativo como es el 15 (una década y media) en la ciudad que lo vio nacer y en la que hay una corriente que levanta la bandera de los Derechos Humanos por las desapariciones durante la dictadura militar. Más allá de ese detalle (no menor), aún ausente de cuerpo, Jorge Lopez sigue estando presente.