Con lluvia los pozos de la Ruta 33 se llenan de agua y son una trampa mortal
Magalí Becerra es una vecina que compartió en sus redes la.odisea de viajar por la Ruta 33, especialmente especialmente el peor tramo comprendido por las ciudades de Rufino y Gral. Villegas.
Su descripción fue contundente y preventiva; con lluvia los pozos se llenan de agua y se vuelven más peligrosos aún, incluso con la formación de los nuevos, hasta para los que la conocen representa un peligro.
Transitarla es un viaje incierto porque se sabe desde dónde se inicia pero no se puede prever cómo se termina. Es una triste realidad que tiene en jaque a un incalculable número de usuarios y cientos de víctimas materiales y personales que la han padecido.
Con la lluvia como agravante, este es otro motivo más para seguir pidiendo por la cada vez mas necesaria repavimentacion de la traza.
Ya no queda márgen para la espera.