DE COLECCIÓN: un pintense conserva, intacto, el primer ejemplar de la revista Billiken (VIDEO)
Carlos Luna es un apasionado coleccionista de la revista El Gráfico que ha logrado reunir miles de ejemplares que conserva y custodia celosamente en su poder. Entre esas joyas, aparece una edición que se destaca por su valor tanto emocional como económico por el tiempo transcurrido desde que vio la luz y el estado de conservación; el Billiken N°1.
Hace años que el ejemplar mas icónico de la ya desparecida revista infantil está en su poder, la manera en que llegó a sus manos en un capítulo aparte que contó en esta nota realizada en su casa, donde lo exhibió como una excepción para ser compartido con nuestros lectores.
Es una verdadera curiosidad que muchos desconocían hasta este momento y del que existen no más de 5 o 6 ejemplares en todo el país.
Oportunamente en una consulta al respecto desde la editorial Atlántida contaron que en el Museo «Constancio Vigil» existen las tapas de un original, pero no con la revista completa, lo que da una idea de lo que el ejemplar que el pintense tiene en sus manos significa.
Acerca de la historia, todo comenzó el lunes 17 de noviembre de 1919. Ese día Billiken llegó por primera vez a los kioscos. El objetivo de Vigil era ofrecerles a los pequeños argentinos una entrada a la creciente modernidad de un país que en ese momento era gobernado por el radical Hipólito Yrigoyen.
Para su fundador, «el Billiken» debía reunir ciertas cualidades fundamentales: tenía que ser novedoso, popular y cosmopolita. El nombre de la publicación fue una muestra de ello. Fue bautizada de ese modo por el muñequito de buena suerte que la ilustradora estadounidense Florence Pretz había creado en 1908. La perspectiva internacional de la revista también se ve en la imagen ahora icónica del niño de la primera tapa. Se trató de una versión «acriollada» de una ilustración de la publicación estadounidense The Saturday Evening Post de 1914. (Fuente: Infobae)
Luego de la nota la revista Billiken regresó a su cuna del tiempo donde continuará conservando su magia y durmiendo su sueño, hasta el próximo desvelo que puede ser para otro encuentro con un lector o simplemente para irse con su nuevo dueño. ¿Está a la venta?, siempre hay interesados, respondió Carlos.