«Hay que verlo, parar a tiempo y decir hasta acá», Santos Sánchez decidió cerrar el taller luego de más de medio siglo de actividad (VIDEO)
En una emotiva y rica nota en contenidos sobre la vida, «Santito» habló con Distrito Interior el día que cerró definitivamente la puerta de su taller de bobinados.
Conserva los cuadernos que su padre comenzó a escribir en el año 1954, en junio de ese comenzó a escribirse la historia, aunque un tiempo antes ya trabajaba en el lugar.
De él heredó el oficio al que abrazó por decisión propia al decidir trabajar en lugar de estudiar; decisión de la hoy se arrepiente.
«Mi padre siempre decía que su sueño era morir trabajando, y se le cumplió; se descompensó mientras trabajaba y luego de tres días partió, yo no quiero que me pase lo mismo».
«Hay que verlo, parar a tiempo y decir hasta acá», expresó convencido.
Hoy cerró una etapa que lo habilita a disfrutar de las cosas más importantes de la vida; esas que pueden parecer pequeñas pero claramente no lo son.
En ese sentido mencionó a su esposa, sus cuatro hijos y los dos nietos, uno de los cuales vive en España.
Durante la entrevista recorrió diferentes aspectos de su vida que ha transcurrido prácticamente dentro del taller en el que conserva verdaderas joyas, lo define como «el lugar donde se detuvo el tiempo» y no exagera, el aspecto de ese espacio es un viaje en el tiempo (digno de ver).
Los años detrás del mostrador le han permitido formar opinión acerca de varios aspectos de la vida social de Villegas, cultivar una conducta laboral e ir elaborando el retiro que, llegado el momento, no lo trauma aunque inevitablemente lo emociona.
Sencillo y frontal como ha sido en su vida, Santos logra dejar el trabajo antes que éste lo deje a el, una filosofía muchas veces leída, pero pocas veces practicada.
Una nota digna de ver, y disfrutar.