La historia del rescate de «pelu» demuestra que el amor no tiene límites (VIDEO)
Un video publicado en las redes sociales recientemente en el que se ve a una niña llegando a su casa junto a un peludo con «comportamiento perruno» llamó nuestra atención, por lo que desde Distrito Interior decidimos ir por más datos suponiendo, y acertando, que se trataba de un hecho de nuestra zona.
Así fue que dimos en la localidad de Carlos Tejedor con Bruno Rodriguez, papá de Delfina, los protagonistas de esta historia junto a su mascota.
«Pelu» es como llaman al pequeño peludo, aunque en realidad no tiene nombre, por eso lo llamamos así, contó Bruno, de profesión veterinario quien tiene su veterinaria en Timote donde nació este vínculo.
Estaba en un campo cuando lo encontré (en referencia al animal), su mamá había sido pisada por un tractor y otra cría también estaba muerta; a su lado, totalmente desprotegido y muy pequeño, el que sería mascota de la familia.
Lo levantó, decidió adoptarlo y desde entonces, hace ya unos tres o cuatro meses no para de generar situaciones que hacen que cada día lo quieran más.
En un principio lo alimentaban con una jeringa hasta que comenzó a comer solo, estaba en una jaula, sin piso, colocada en el patio en la que hizo una cueva, allí se fue familiarizando con los integrantes de la casa hasta que un día lo dejaron libre sin que se fuera, por el contrario dió muestras de estar aquerenciado.
Uno de los datos más contundentes de ello es que la familia se mudo a la casa de al lado, dejando al animal en su lugar, ya que no había inconvenientes y tampoco quisieron alterar su rutina, pero la sorpresa fue que «pelu» los siguió y él también construyó su hogar en el nuevo patio.
Desde allí se mueve por los alrededores,incluso saliendo a la vereda sin ser molestado ya que todos conocen de su existencia.
El video en el que se ve a Delfina es una muestra más de su adaptación, estos animales no son fácilmente domesticables, por eso nos llama tanto la atención su comportamiento, comentó Bruno.
En algún lugar vi que un hombre paseaba con un peludo y decidí hacerle una correa para hacer lo mismo, dudando de cómo reaccionaría; como se puede ver, no hubo problemas. Al publicarlo para compartirlo como una curiosidad tuvo mucha recuperación, destaca.
En el video que muestra diferentes momentos de la mascota se aprecia el momento en que ingresa a la casa empujando la puerta; sucede cada mediodía en el que advierte que están comiendo y se acerca a pedir comida. Cuando le damos, lo toma y se va a la cueva, come allí, explica Bruno.
«Pelu» es un verdadero personaje que ha trascendido por su comportamiento, pero también por el amor que recibe desde el mismo momento que la vida lo había dejado sólo. Quizá debía cruzarse con esta familia y de manera recíproca darse buenos momentos a puro amor. Destino o casualidad, la cuestión es que más allá de cualquier supuesto o análisis, esta historia nos roba una sonrisa en medio de la rutina a la que nos ha llevado la pandemia.