Consejos para proteger a nuestros mayores ante los días de intenso calor (*)
Lo más importante para afrontar esta situación es hidratarse bien, generalmente 2 a 2,5 de litros de agua por día. Hay que tener en cuenta que los adultos mayores a 70 años, la sed va disminuyendo con la edad y en general no hay una sensación de sed que lleve a la ingesta de agua, por lo cual hay que estar atentos para ofrecer agua a nuestros familiares o a nuestros pacientes.
Hay que tratar de evitar el sol desde las 10 de la mañana a las 16 horas, en lo posible, comer liviano, principalmente frutas y verduras y evitar las comidas que requieran una alta necesidad de metabolización.
Es necesario utilizar ropa suelta y de colores claros. En el caso de exponerse al sol, usar sombrero y anteojos oscuros. Evitar el consumo de alcohol y las bebidas con cafeína. Si se va a estar a la intemperie, es necesario usar factores de protección arriba de 30 y, si se está en contacto con el agua, ir renovando esa protección solar.
Todos sabemos que cuando hay una ola de calor o altas temperaturas, los más vulnerables son las personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas, como son las afecciones cardíacas, renales y neurológicas, como así también los niños y los bebés. En estos grupos donde hay que hacer hincapié y tomar estos recaudos.
Síntomas de un golpe de calor
- Estar alertas ante la presencia de sed intensa, sequedad en la boca
- Presencia de temperatura, superior a 39º
- Sudoración excesiva
- Sensación de calor sofocante
- Agotamiento, cansancio y debilidad
- Vértigo, mareo o desmayo.
- Calambres musculares
- Dolor de estómago
- Falta de apetito, náuseas y vómitos
- Latidos u opresión a nivel de la cabeza con consecuente dolor
- En casos avanzados, pueden existir estados de confusión, desorientación y en casos extremos, convulsiones y coma
- Ante la aparición de algunos de estos síntomas del llamado “golpe de calor”, hay que acercarse inmediatamente a una institución de salud para hacer un control más estricto de la situación.
Qué hacer ante un posible golpe de calor
- Lo más importante es actuar rápidamente e intentar bajar la temperatura corporal de la persona afectada.
- Ofrecer agua fresca en caso de que el paciente esté lúcido a la que se le puede agregar una cucharadita de sal.
- Trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado.
- No administrar medicamentos antifebriles.
- No friccionar la piel con sustancias como el alcohol u otras.
(*) Dr. Christian De Giorgi,
médico especialista en Geriatría
Fuente Centro Médico Villegas