Los efectos del Covid en el Dr. Varrone, un testimonio que merece ser escuchado (AUDIO)
Ha sido una ingrata sorpresa la evolución que me tocó desde lo personal y lo familiar. Venía sin mejoras, más que nada una cuestión anímica y corporal, hasta que el viernes comencé con cierto trastorno respiratorio y el sábado por la mañana ante la desmejora hable con el Dr. Sala y le pedí que por favor que me hicieran un par de estudios en el hospital, por lo que armaron todo para esperarme en el hospital de Villegas, comenzó relatando el médico en una entrevista este miércoles en FM peregrina (92.9), al que se lo podía oír con dificultades aún para expresarse normalmente.
Lo que era algo chiquito había avanzado bastante y a partir de ahí comenzó una carrera hasta terminar internado. En casa de herrero cuchillo de palo; eso porque no me daba cuenta de la realidad en la que estaba. Al regresar a casa, a pesar que los colegas de Villegas habían advertido la gravedad, no pude llegar y terminé en General Pinto internado donde comenzaron a tratarme, inclusive requirió oxígeno. Afortunadamente entre el tratamiento endovenoso y principalmente el kinésico han modificado la evolución y el martes a la tardecita me dieron el alta y pude volver a casa con mi familia, prosiguió.
Desde lo infectológico Varrone superó la etapa de contagiante luego de 18 días de padecimiento, pero aún conserva de manera marcada y sostenida los efectos del virus al que definió como algo que la ha sorprendido enormemente por la manera en que lo ha afectado, «me ha macerado los músculos de los pies, de los brazos, realmente me ha pegado de manera importante», aseguró.
Una de las explicaciones más impactantes que brindó fue al repasar que desde la llegada del virus a la zona le ha tocado ver el deterioro de los pacientes que padecen la enfermedad durante el tratamiento; una cosa es describírselo a un familiar y otra (muy distinta) es padecerlo en carne propia.
El profesional, sensibilizado por la propia experiencia, apeló a la conciencia para no transgredir las normas establecidas para luchas contra esta pandemia, «se debe tener en cuenta el daño que se le puede hacer al sistema de salud al afectar a sus integrantes. Cada trabajador afectado es fundamental y el tiempo que un enfermero o médico afectado genera un movimiento en hospitales o clínicas que resiente el trabajo afectándolos y repercutiendo de algún modo en los pacientes que requieran de ellos.
Al exponerse, más allá que sea el trabajo, se asume el riesgo de contagio, pero si ese contagio sucede como consecuencia de una cadena de irresponsabilidades porque quienes podían o debían hacerlo no se cuidaron, van a provocar que el personal claudique porque está cansado física y mentalmente.
Si no podemos entender que el cupo humano es el cuello de botella de este sistema de salud vamos a estar en un gran problema», recomendó.
Acerca de la evolución que su recuperación está teniendo, «me pongo la alarma del despertador cada cuatro horas porque hago muchos ejercicios respiratorios, eso modifica muchísimo, duermo tres horas de un lado, tres horas de otro, luego boca abajo, boca arriba. A eso se le deben sumar algunas complicaciones gastrointestinales y la voz que ha sufrido una modificación».
Su relato aporta una cuota de realismo que sorprende, principalmente porque quien está hablando como paciente seriamente afectado es un médico que desde ese lugar puede dar testimonio ubicándose en todos los lugares en que nos encontramos los diferentes ciudadanos.
A la avanzada del coronavirus en esta segunda etapa de contagios, este testimonio es efectivamente preventivo y concientizador.
Audio de la entrevista