General Villegas: un conmovedor gesto que deja una gran enseñanza
Los protagonistas de esta historia reciente son Alejandro Faccia y Jorge Castro; ellos fueron compañeros en Aderid y a pesar del fallecimiento de Alejandro ocurrido días pasados, ellos seguirán teniendo un vínculo a partir de la acción que nos ha hecho conocer Graciela, hermana de «Jorgito» (como ellos lo llaman).
La familia Faccia tomó la decisión de que la silla de ruedas de Alejandro pase a manos de Jorge que en este momento está necesitando una.
El mismo vínculo de ellos, unió a su madres a quien Graciela define como unas guerreras. María Ocampo, mamá de Jorgito falleció hace 9 años y Ramón, el papá, 4; desde entonces Graciela asumió el cuidado de su hermano manteniendo desde siempre el vínculo con la familia Faccia que hoy está más fortalecido que nunca.
Lili, la única hermana de Alejandro fue compañera de colegio de Graciela; en ese momento esa era una de las cosas que mantenían en común, hoy lo hace el dolor de la pérdida pero también la alegría de un gesto que no precisa demasiadas descripciones. El haberse involucrado, tanto una como la otra en los sentimientos de sus hermanos, hicieron que conocieran el cariño que ellos se tenían.
Hoy rindieron honor a ese compañerismo dando y recibiendo un bien material que realza y fortalece una de las virtudes humanas: la gratitud.
«Me gustaría que cuentes esta gran historia de amor de dos amigos y dos familias a las que el dolor las unió (y darles las gracias por ayudar a jorgito)», concluyó Graciela.
La vida esta hecha de momentos y éstos, que se convierten en noticia, son la muestra práctica de que no todo está perdido. Desde Distrito Interior agradecemos nos elijan para poder compartirlos.