El menor hallado al costado de la ruta continúa bajo medida de abrigo provisoria
Esta situación se prolongará hasta tanto estén dadas las condiciones para la restitución. Mientras tanto, el niño de tres años que desde el momento de su hallazgo presenta un perfecto estado en todo sentido, permanecerá como hasta ahora, alojado en el hogar convivencial «Tierra de Niños» en la ciudad de General Villegas; así lo informó Mónica Primo, Directora de Niñez y Adolescencia quien junto a Melisa Balloni, Licenciada en Trabajo Social trabajan activamente en este caso.
El pequeño, es hijo de una joven pareja; su padre 25 años, su madre 22, quienes se encuentran separados, por lo que el menor vivía bajo régimen de visita abierto, es decir, pasaba unos días con cada uno. Más allá de la situación descripta, el niño no presenta síntomas de estar afectado por la misma, todo lo contrario.
El Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño que interviene desde el primer momento, es el encargado de monitorear el desarrollo de los pasos necesarios que deben seguir tanto los mayores responsables del menor, como la Justicia misma para la restitución. Sobre todo el padre, quien estaba con el menor al momento de ocurrir el episodio que disparó esta situación, que debe someterse a un tratamiento y está dando claras muestras de interés y compromiso por revertir la situación.
El hecho (un descuido mayor)
El pasado sábado alrededor de las 16:00 horas, en la banquina de ruta 188 a unos diez kilómetros de General Villegas, unos ciclistas vieron a un pequeño deambular. Luego del inmediato llamado a la Policía, ésta con la intervención del Servicio Local, se hicieron cargo del niño de tan solo tres años.
Desde ese momento se comenzó con la rutina para estos casos, mientras se aguardaba que alguien lo reclamara. Finalmente, pasadas unas horas lo hicieron. Para entonces, ya se había dispuesto la medida de abrigo provisoria.
El padre, junto a un amigo y los hijos de ambos, habían ido a cazar liebres a un campo de esa zona. En un alto en la actividad, deciden descansar. Es allí cuando el hombre se duerme profundamente, tanto, que no advirtió el retiro de ninguna de las personas que lo acompañaban, incluyendo a su hijo.
Al despertarse, viendo que nadie estaba junto a él imaginó que su amigo y los niños habían partido hacia la ciudad. Luego de revisar las trampas colocadas emprendió la vuelta, yendo a buscar a su pequeño. Al llegar a la casa de su amigo, éste le informa que había quedado junto a él en el campo. A partir de ese momento, sucedió lo detallado anteriormente.