Peregrinación a Luján: La vida como peregrinación en tiempos de pandemia
“Madre abrázanos, queremos seguir caminando” es el lema que condensa y expresa el motivo a la vez que convoca a participar en forma virtual de la inédita Peregrinación juvenil a pie al Santuario de la Virgen de Luján este año de la pandemia del 2020.
Desde las 6 de la mañana del sábado 3 de octubre se llevó a cabo la histórica peregrinación virtual al santuario de Nuestra Señora de Luján. A las 19 hs. el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina presidió la concelebración eucarística en la Basílica.
Coordinados por el Grupo de peregrinos a Luján de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Trenque Lauquen -quienes vienen realizando la peregrinación a pie desde hace treinta y tres años- diferentes parroquias de la diócesis, entre las que se cuentan Carlos Tejedor y Tres Algarrobos, Salliquelló, Pehuajó, América, Pellegrini, Bunge, Lincoln, Veinticinco de Mayo, Norberto de la Riestra, General Pinto, Roberts y General Villegas, -varias de las cuales también cuentan con su propio grupo organizador- se unieron para preparar y participar virtualmente de esta novedosa edición impuesta por las circunstancias de la pandemia y aprovechando la potencialidad de las tecnologías digitales presentes.
Durante los días precedentes se rezó el santo Rosario, por medio de un vivo de facebook, con la participación de las distintas comunidades.
Y el domingo 4 de octubre el obispo diocesano Ariel Torrado Mosconi, celebró la santa Misa desde la capilla del Obispado para finalizar la peregrinación virtual que había realizados los fieles de nuestra diócesis. En la homilía refiriéndose al evangelio dominical dijo: «nosotros somos la viña del Señor; hagamos memoria de tantos cuidados que Dios ha tenido para con cada uno de nosotros. Sin embargo, no hemos dado los frutos de santidad que Dios esperaba y muchas veces ha encontrado en nuestro corazón los frutos agrios del egoísmo y el pecado» . Luego afirmó la necesidad de cuidarse de la tentación de adueñarse de los dones de Dios: «En la parábola se nos muestra como en lugar de reconocer el señorío del dueño de la viña y darle la renta nos hemos apropiado de lo que no es nuestro por el orgullo y la soberbia. En vez de considerarnos administradores de los dones espirituales y materiales que hemos recibido, nos hemos adueñado y hemos matado con la indiferencia a los enviados por Dios a recoger los frutos. ¿Quiénes son esos enviados? Cada hermano necesitado que viene a pedir nuestra ayuda, que necesita de nosotros».
Para terminar, exhortó a la reflexión del Papa Francisco en su nueva encíclica donde llama a salir mejores de esta crisis de la pandemia. «A no volver a la normalidad enferma e injusta en que vivíamos sino a tomar conciencia que sólo saldremos adelante si nos consideramos hermanos viviendo en una casa común de la cual no podemos adueñarnos sino ser sus administradores para el bien común de toda la humanidad».
Antes de la bendición final recordó el lema de la peregrinación «MADRE, ABRÁZANOS QUEREMOS SEGUIR CAMINANDO». Y agradeció a la comunidad de Trenque Lauquen por haber colaborado en la organización de la peregrinación virtual.