Desconcertados: hallaron una parte de la moto que les robaron descartada en un zanjón, habían indicado donde estaba oculta
La familia Navarrete – Seitz fue sorprendida por los cacos en la madrugada del lunes cuando en un pequeño descuido, alrededor de las 2:00 de la madrugada, la Yamaha YBR fue sustraída del patio delantero de la vivienda ubicada en la calle Saavedra y 9 de Julio de Gral. Villegas, que se encuentra rodeado de rejas.
La familia tiene un comercio sobre la ruta 188, esa noche, uno de los integrantes, luego que concluyera la jornada alrededor de la 1:00 de la madrugada, recordó que debía conectar la alarma. Al salir para activarla dejó la puerta de rejas sin llave pero cerrada. Fue suficiente para que dos ladrones se fugaran con la moto.
Al oír que el rodado había sido puesto en marcha de inmediato cayeron en la cuenta de lo que había ocurrido, a partir de allí comenzó el calvario que aún no llega a su fin pero que esta tarde tuvo un capítulo decepcionante.
Desde el primer momento los damnificados se pusieron el caso al hombro que incluyó la pesquisa. Consiguieron las imágenes de las cámaras de seguridad pudiendo identificar a los autores del hecho y hasta ubicaron donde se encontraba el rodado; lugar al que llegaron guiados por los datos que fue aportando la gente a la que habían puesto de sobre aviso inundando las redes sociales con la imagen de la moto y los teléfonos a los que podían comunicarse.
La Policía fue puesta al tanto mientras las víctimas montaban guardia a metros de «la cueva» en la que estaba el rodado.
Llegaron las órdenes de allanamiento, pero no para donde se había indicado como el lugar donde había sido oculta; el resultado, naturalmente negativo, aunque los uniformados lograron dar con la campera utilizada por uno de los malvivientes en la madrugada del robo.
Desde entonces hasta esta tarde, hubo por parte de la familia Navarrete – Seitz y sus más cercanos constantes y persistentes rastreos que incluyeron «acercamiento y negociaciones» con personas vinculadas al «mundo motos» sabiendo que era una carrera contrarreloj para evitar el desarme; pero llegaron tarde.
En realidad no tuvieron respuesta. Al menos no la esperada con todo lo aportado en materia de datos.
Esta tarde un mensaje de WathsApp, «Te quería avisar que desde hace unos días veo en la cuneta que está en la Vuelta de Obligado y Suipacha un tanque de moto que es parecido, no sé si será el mismo pero yo lo veo re parecido, tendrías que darte una vuelta por ahí lo reconocés», mostraba el desenlace material de lo que resulta para cualquier damnificado en estas condiciones una tragedia (sin exagerar).
Efectivamente se trataba de una parte de esa moto cuyo robo les ha quitado la tranquilidad (literal), porque hasta fueron amenazados.
El resto de la moto es un misterio, tanto como lo ocurrido con la investigación oficial. SEGUIREMOS INFORMANDO
Que pena vivir en un sociedad donde la empatia sobre la gente que labura y se gana el mango todo los días. Haber si esos concejales se ponen las pilas y a estas personas que roban y hacen de la sociedad una miseria humana declararlas personas no gratas, pudiendo desterrar de la ciudad. Que se Vayan a Vivir a otro lugar para que no jodan a la gente que si respeta a los demás y se sacrifica cada día para progresar. Humilde opinión.