Una de cal y una de arena para Bomberos Voluntarios
Ambos episodios a los que nos referiremos sucedieron en la jornada del miércoles.
El primero tuvo lugar alrededor de las 22:10 horas cuando el llamado de unas adolescentes advertían en el cuartel sobre la urgencia de la que estaban siendo testigos y partícipes.
De las jóvenes, solo se presume que son estudiantes y que regresaban de alguna clase porque todas portaban mochilas. Cuando ellas caminaban por la intersección de Vieytes y Pringles, de una vivienda ubicada en esa esquina, una mujer de 67 años salía a la vereda pidiendo ayuda.
Una herida en una de sus piernas, provocada por una enfermedad, presentaba una hemorragia de consideración, al punto tal, que al llegar Bomberos la víctima estaba al borde del colapso.
Lo destacable está en la preparación de quienes la asistieron; a cargo de la dotación estuvo Pablo Rodriguez y la formaron los voluntarios Cristian Irusta, Facundo Britez e Ignacio Rigonat, todos con conocimientos en enfermería y el último además, ejerciendo la profesión actualmente en el Hospital Municipal. Por su formación, demostrada en esta y otras oportunidades, distintas personas que por diferentes circunstancias, requirieron de los Bomberos Voluntarios, continúan entre nosotros.
El segundo, tuvo lugar ya entrada la madrugada del jueves.
Mientras los efectivos policiales permanecía en la intersección de Rivadavia y Parra, donde se había producido un accidente y los Bomberos hacía minutos se habían retirado; avisaron a la comisaría de un vuelco ocurrido en el camino de tierra que une General Villegas con Elordi, sin demasiados detalles. Más tarde se sabría que en el relato habrían advertido sobre un niño con uno de sus brazos atascados.
La respuestas tanto de la Policía como de Bomberos fue inmediata, pero al avanzar en la traza nada de lo descripto aparecía.
Así fue como recorrieron una y otra vez el camino que une ambas localidades, tanto por tierra como por ruta. Lo mismo hicieron por los caminos alternativos y hasta unos cuántos kilómetros del que va desde General Villegas hacia Bunge. La búsqueda que se extendió por casi dos horas, incluyó dos patrulleros de la Policía, dos móviles de Bomberos, entre ellos la ambulancia y hasta una camioneta de un miembro de la Comisión Directiva de la Institución, hasta que decidieron terminar con la misma, suponiendo que se trataría de una broma de mal gusto, lo que finalmente se cree sucedió, ya que durante el día de hoy nadie dio señales de que hubiese ocurrido lo que el llamado, realizado en más de una oportunidad, decía.
Unos rentados, el caso de la Policía; otros, como la denominación indica, voluntarios, pero ambos con vocación de servicio, comprometidos, sin importar el grado de dificultad al que se enfrenten, ni las horas que ello les demande.
Así, como en tantas oportunidades, los vimos en la madrugada de ayer, hasta que decidieron suspender lo que fue por momentos una búsqueda desesperada y contra reloj.
Ellos resignados, sabiendo que es parte de los riesgos que se corren cuando se acude a un servicio; afortunadamente estos casos son los menos.
Tan peligrosos como los conductores ebrios que circulan por las calles y rutas, los incendiarios que nunca faltan, entre otros, son los desconsiderados (término adoptado para no caer en grosería) que nunca tienen en cuenta lo que significa jugar con un bien tan preciado para una comunidad como son los Bomberos Voluntarios. (Las fotografías corresponden al segundo hecho)
Vergüenza ajena me da saber que hay gente que es capaz de hacerse el chistozo con personas que esta practicamente sin descansar por el trabajo de estos ultimos dias…ojala nunca le pase nada a estos graciosos, porque ademas seguramente van a ser de los que digan que se demoraron mucho en llegar….COMO SOCIEDAD TENEMOS QUE DEJARNOA DE JODER Y COMENZAR A VALORAR DE LAS PERONAS QUE DEJAN TODO DE LADO PARA AYUDARNOS…