Gestos que salen de lo común, una joven madre pintense decidió raparse por una noble causa
Lucía Balbidares y su familia han sido noticia en otras oportunidades por llevar a cabo acciones solidarias en fechas especiales, donde han dispuesto de su tiempo y recursos para los demás, principalmente los niños y han trascendido simplemente porque compartieron en las redes sociales su alegría al concretarlas.
A pesar que el Día del Niño está relativamente lejos, fue lo que motivó a la mujer, para que tal como lo describió y se puede leer a continuación, la hizo reaccionar una madrugada, proponérselo a su familia, y una vez más encontrar el eco y el acompañamiento en su esposo e hijas.
«Hace unos días me desperté a la madrugada pensando que se viene aproximando el Día del Niño; este año los traje de payasos de la familia quedarán quizá guardados esperando un año más; me puse a pensar en los niños/as que tienen que luchar día a día con alguna enfermedad. Ahí asocié todo … lo desperté a Pocho … y le dije, tengo una idea.
-De qué hablas que no entiendo nada?
-Puedo pelarme y donar todo mi pelo, seguramente el Día del Niño alguna nena que tiene cáncer puede recibir una peluca hecha con mi pelo.
-Pocho sonrió y me dijo: sabía que estabas loca, pero te amo por estas razones.
Al otro día me puse en contacto con María Rita de 9 de Julio, quien hace pelucas para personas en tratamiento oncológico.
Llamé a mi incondicional amiga Vane para que me pele pero me dijo que no, le conté por qué era y enseguida cambió de opinión. Mi hermano también aportó su granito de arena, la Escuela N°30 se sumó con pañuelos. Iara y Daniela también se sumaron cortándose un poco el pelo.
Así ayer emprendimos el viaje a 9 de Julio, si les cuento el viaje … agarramos caminos de tierra que no conocíamos, supuestamente, según Pocho, nos quedaba más cerca y creo que al final así fue.
Fue tanto lo que nos reímos y cantamos que creo me aprendí todas las canciones de La Granja ya que era lo único que Dani nos dejaba escuchar.
Allá nos esperaba María que con tanta alegría estaba ahí y una vez más escuché decir … Dios le va a devolver el doble, y yo por dentro digo: NOOOOO, YO NO QUIERO EL DOBLE SI CON LA FAMILIA QUE ME DIO YA NO QUIERO NI PIDO NADA. YA CON ESTO TENGO TODO EN ESTA VIDA.
Tengo un compañero de oro que si él y mis nenas nunca lograría mis objetivos. «
Así, simple y sin preámbulos, Lucía describió la última aventura del corazón. Su impronta significará una nueva sonrisa y esa sonrisa otra lección.
Saque usted sus propias conclusiones.