Es villeguense, lo acusaron de un grave delito desde un perfil trucho y decidió contar el por qué y quién
Martín Díaz decidió no ser indiferente a una grave acusación que a través de una red social, dar la cara porque sencillamente no tiene nada que ocultar, tal sus propias palabras, al entrevistarse con Distrito Interior.
Por mis tres hijos que son menores, por la gente que me conoce y por mi, para que lo que me ocurrió sirva para tener mucho cuidado cuando decidimos ponernos en contacto con alguien que no conocemos, ya sea porque nosotros lo buscamos o, como en este caso, nos buscan.
El miércoles, luego de haber recibido una solicitud de amistad por parte de una mujer a la que aceptó, comenzó el intercambio de mensajes mediante Messenger.
Hasta allí la mujer le manifestó que tenía 50 años, sola, residía en General Pinto, entre otros detalles; él hizo lo propio.
Al día siguiente, el viernes 26, continuó el contacto hasta que de manera repentina, por la noche, dejó de ver la foto de perfil y el contacto desapareció. A las pocas horas aparecería en un grupo de compra venta local la grave acusación.
Sorprendido y un tanto confundido por lo atípico de la situación ya que era la primera vez que pasaba por esto, no dudó en buscar la manera de contar su experiencia.
Con la ayuda de una familiar que se puso en contacto con la mujer que lo había escrachado, lograron concluir que el alma del otro lado de los mensajes no era otra que una ex familiar política con la que mantiene, por ella, aclara, una mala relación.
Llamativamente, la persona que lo ayudó en la aclaración del hecho, le envió solicitud de amistad a la desconocida, fue aceptada e iniciaron un intercambio. Cuando la desconocida cayó en la cuenta de lo que ocurría procedió de la misma manera que con Díaz.
La búsqueda sin éxito de una persona en General Pinto que se llame como aparecía en Facebook o porte el rostro del perfil con el que tuvo el contacto, la ausencia de una denuncia formal en su contra (luego de haberse presentado en la comisaría local) y la seguridad de no haber avanzado más allá de un hombre solo con una supuesta mujer sola que recién comenzaban a intercambiar mensajes lo tranquilizó e impulsó a no dudar en exponerse ante la comunidad en la que vive.
No haré una entrevista (por los nervios que le provoca) pero respondo todo lo que sea necesario y se paró frente a la cámara de Distrito Interior intentando dejar atrás un episodio para el olvido y haciendo un aporte para que nadie más pase por una experiencia semejante.