El basurero que no debe ser
No alcanzan todos los esfuerzos si no hay conciencia y colaboración. Es precisamente lo que falta en esta zona de la ciudad que ya contaría con «ojos» que habrían comenzado a mirar.
Avenida Chassaing Norte y el camino que une ésta con la Ruta 33; ese es el sector y estado actual que las imágenes reflejan.
La primer sorpresa es que abundan entre los residuos, talonarios (documentos no válidos como factura) de una conocida distribuidora de alimentos de nuestro medio. Los que fueron arrojados por persona vinculadas a ésta o presumiblemente un estudio contable que lleve sus movimientos impositivos. Como sea, alguien es el responsable (o irresponsable en este caso).
Confirmando que el hombre es un animal de costumbre se ven a lo largo del sector indicado montículos de basura cada vez mas cerca unos de otros, equivocándose quienes contribuyen a que esto prospere.
En el lugar se observan rastros de que los residuos han sido retirados, pero no es suficiente. A los pocos minutos vuelven a repetirse estas conductas que fueron motivo de informes similares a éste, en otros momentos y puntos de la ciudad.
La situación se agrava cuando, como sucede en esta tarde, el viento arrastra principalmente papeles y bolsas plásticas depositándolas en terrenos baldíos vecinos.
Ya no sabemos que hacer, es la frase que más repiten quienes habitan esta zona cuando se los consulta sobre el particular, dando inclusive detalles de vehículos y personas que por la característica de ciudad – pueblo en la que vivimos son fácilmente reconocibles, quienes sorprenden. O no.